¿Qué es Gnosis?

“La GNOSIS es una escuela de Regeneración que propone la transformación radical del ser humano, para que deje de sufrir y encuentre la verdadera felicidad, que está en su propio interior”.

Es una palabra de origen griego que significa conocimiento, refiriéndose a una sabiduría trascendental y transformativa, que enseña a la humanidad a ver, oír y palpar las grandes realidades del Cosmos, las cuales suelen señalarse como grandes misterios y enigmas.

Su meta es la autorrealización íntima del Ser, es decir el desarrollo armonioso de todas las posibilidades humanas. Es un conocimiento que se obtiene a través de las facultades superlativas del Ser y que está basado en las leyes trascendentales e inmutables que organizan el Universo.

Encontramos principios gnósticos en Persia, Mesopotamia, Siria, India, Palestina, Egipto y también en los sublimes cultos religiosos de los Nahuas, Toltecas, Zapotecas, Mayas, Chibchas, Incas, Quechuas, etc. de Indo – América.

“La Gnosis es un funcionalismo muy natural de la conciencia: una philosophia perennis et Universalis.”

La Gnosis es la doctrina síntesis que da origen a todos los movimientos y corrientes filosóficas, científicas, religiosas, artísticas, esotéricas, psicológicas y culturales.

La Gnosis es el conocimiento trascendental del hombre y del universo, aprehensible mediante las facultades de cognición del “SER”.

Es una verdadera Escuela Científica de Regeneración, que persigue el desarrollo y la realización de nuestra Luz interior.

Regenerarse significa volver a generarse íntimamente, como quien vuelve a crear un nuevo Cosmos. En el transcurso de la historia han existido grandes escuelas de regeneración en todo el planeta Tierra. Estas escuelas enseñaban en forma sencilla y oculta sus principios y fundamentos. De la Gnosis surge la sabiduría de las antiguas escuelas, por tal razón es denominada la doctrina de la síntesis.

La Gnosis es un conocimiento de tipo superior, que estudia la vida, el hombre, el universo y los fenómenos inherentes a él, no sólo desde el punto de vista exotérico o externo a través de los sentidos de percepción externa, sino también desde el punto de vista anímico – espiritual o esotérico por intermedio de los sentidos internos u ocultos.

La enseñanza gnóstica proporciona técnicas simples y claras para que cada uno, sin necesidad de depender de nadie, pueda dar una respuesta a sus preguntas más íntimas.

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Adónde voy?

Así, se desarrollan facultades y sentidos latentes que nos proporcionarán resultados palpables para producir un cambio positivo en nuestro interior y en nuestra vida diaria.

Los cuatro pilares de la Gnosis son los siguientes:

• Ciencia: Investigar el conocimiento de todas las cosas por sus principios y causas. La metodología para lograr aquello es auto conocernos. De esta manera, estamos llamados a convertirnos en investigadores de nuestra propia vida.

• Arte: Hacer las cosas, hasta las más sencillas, con arte y por ende con amor. Nos enseña a buscar la belleza en todas sus manifestaciones. Arte Objetivo, basado en la Armonía del Universo.

• Filosofía: El real filósofo es aquel que sabe convivir, aceptando a los demás tal como son, volviéndose así realmente libre. La filosofía nos lleva también a la elevación del ánimo, al altruismo y al dinamismo que nos capacita contra todas las adversidades de la vida.

• Religión: Del latín, religare, es decir volver a unir. Encamina al hombre hacia los valores da la conciencia y del Ser. Es la mística que conduce a un estado superior de conciencia y descubre las causas inefables de la realidad.

El fundamento de esta Ciencia Divina se sintetiza en los Tres Factores de la revolución de la conciencia:

• • Muerte: de los defectos psicológicos, complejos y prejuicios que esclavizan nuestra vida.
  • Nacimiento: en las virtudes y facultades de nuestro Ser.
  • Sacrificio por la humanidad: que nos da la luz para alumbrar nuestro camino.

El propósito de sus Instructores es el de servir a la humanidad, mostrándole la manera de trascender el estado de sueño en el que vive.

Cuando se descubre el objetivo de nuestra vida, llegamos a la conclusión de que el ser humano no es producto de la casualidad, sino que es parte de un ordenamiento universal que tiene una razón de ser.

Poner en práctica esta enseñanza, es caminar firmemente, con pasos de gigante, en el camino del autoconocimiento. Quien se conoce a sí mismo vive en la Luz y genera Luz.