La Navidad es una fecha especial y esperada por muchos, sobre todo, para los más pequeños de la casa; es una época llena de tradiciones, de villancicos, de belenes o pesebres, Papá Noel, regalos, época de encuentros familiares y reuniones con amigos. La Navidad coincide con el cambio de año, donde hacemos nuevos propósitos (deseos) y nos planteamos muchos cambios a nivel personal que no siempre los llegamos a realizar.
Quizás no te hayas detenido a pensarlo, pero ¿sabemos en realidad su significado?
Si buscamos en wikipedia nos define “La Navidad (en latín: nativitas ‘nacimiento’) como un término de origen latino que significa nacimiento y es una de las festividades más importantes del cristianismo, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas.”
Muchas otras culturas también han adoptado está festividad como tradición y otras quizás varíen la fecha, pero ¿por qué la mayoría coincide con el 25 de diciembre?
La Navidad y el Sol
Si observamos el movimiento del sol vemos que se mueve de sur a norte y de norte a sur. El 21 de diciembre inicia el invierno en el Hemisferio Norte; a partir del 24 de diciembre el sol continúa avanzando hacia norte. Si no continuara su recorrido nos moriríamos de frío, no daría lugar a la primavera; el sol nos calienta, nos da vida.
Algunas festividades que coinciden con ese periodo fueron de carácter pagano relacionadas con el solsticio. Algunas culturas mencionan en sus rituales astrológicos celebraciones rindiéndole culto a algún dios sol; tales como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlán), el Cápac Raymi de los Incas, el Natalis Solis Invicti de los romanos entre otros.
La Navidad es una fiesta solar, todas las religiones arcaicas rindieron culto al sol.
Vemos claramente que el Astro Rey, El sol, no era solo un punto luminoso en el cielo; sino que conseguía en la antigüedad una atracción y un llamado al trabajo espiritual. Por eso la Navidad se halla íntimamente ligada al sol, pero al sol espiritual.
El Sol físico no es más que un símbolo del SOL ESPIRITUAL, del Cristo-Sol.
Simbología del pesebre
La navidad está relacionada con un pesebre o Belén donde nace el niño Dios (el niño Sol), en un establo humilde rodeado por varios animales. Esto tiene un simbolismo esotérico.
Ese establo de Belén está dentro de nosotros mismos donde moran en su interior los “animales del deseo” simbolizando esos yoes que cargamos en nuestra psiquis que constituyen el EGO, cada elemento animal simboliza un determinado Yo Psicológico o defectos como la ira, el orgullo, la gula, lujuria, etc. los cuales debemos eliminar para que nazca una virtud, para que nazca en nosotros ese Cristo Sol, ese cristo íntimo.
Debemos entender a Cristo no como una persona, Cristo en esoterismo auténtico es el Logos solar representado por el sol. La Gnosis nos invita a trabajar interiormente; para que ese Cristo íntimo que nace en nosotros, se haga cargo de todos nuestros procesos mentales, emocionales, motores, instintivos y sexuales.
“Es claro que éste es un evento maravilloso sobre el cual urge meditar profundamente…”
V.M. Samael Aun Weor
Hay que entender todo aquello de una manera más íntima, de una manera más profunda, habiendo comprendido que el Sol se relaciona con nuestro corazón y que debe nacer algo nuevo en nosotros simbolizando el nacimiento, un cambio radical esa sería la NAVIDAD DEL CORAZÓN.
«Inútilmente habrá nacido Cristo en Belén si no nace en nuestro corazón también. Necesitamos celebrar la Navidad del Corazón y esto sólo es posible encarnando a nuestro Resplandeciente Dragón de Sabiduría, el Cristo Intimo»
Samael Aun Weor
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