En algún momento de nuestra vida, todos hemos tenido la necesidad de que nos comprendan: de jóvenes, con la pareja, en el trabajo o en nuestras relaciones sociales. En otros casos, es probable que hayamos visto o vivido situaciones que parecieran no tener sentido desde nuestra perspectiva. Todos estos eventos, solo tienen sentido bajo la luz del amor, a través del cual encontramos el camino para saber comprender.
Vamos hablar de lo que es la Comprensión, de dónde sale, y cómo mejorar nuestra vida y nuestras relaciones.Veremos unos puntos sencillos a la luz de las enseñanzas gnósticas, que son la sabiduría de los Maestros, para aplicar en el diario vivir.
Como decíamos, a veces uno siente la necesidad de que le comprendan o de comprender. ¿ Cómo es la persona?. ¿Por qué sus actos o su manera de pensar, encuentran a veces un muro de incomprensión, en el mundo que le rodea?.
Antes de saber comprender, hay que saber amar.
Aun teniendo razón, la comprensión es algo que va más allá del pensamiento, algo más profundo que proviene del Amor y de la Filosofía.
Con ello queremos expresar que, cuando un hijo no actúa correctamente a ojos de un padre, o un alumno no aprende ¿qué hacer?.
Si uno no ama, no comprende. Un maestro jamás se cansa con el alumno; una madre o un padre jamás deben cansarse con su hijo, así se equivoque. Hay que tenerle comprensión y esperar.
En la pareja, ambos deben realizar voluntariamente y previo diálogo de ambas partes, un trabajo de comprensión donde, cuando uno se equivoca, no ande encima reclamando o recriminando, sino haciendo el acto de comprender y esperar.
Pasada la situación, y después de haber comprendido a la persona amada, sólo se tiene derecho de hablar cuando no haya resentimiento, rencor o culpabilidad hacia la pareja a la que se habla.
La comprensión nace del amor, porque antes de saber comprender, hay que saber amar. Es una clave para triunfar en la vida en pareja.
Lo primero es conservar el amor, para no herir o dañar ese matrimonio, esa unión.
Esto es un ejercicio que se aplica a uno mismo y es la clave para triunfar en el amor, la familia y las relaciones sociales, ya que cuando uno pide comprensión, debe aprender a comprender; cuando no le entienden a uno, debe aprender a entender a los demás.
Esa comprensión de tipo superior, nacer del amor profundo que aparece en nuestro corazón, es un ejercicio de nuestra conciencia y se práctica cuando uno aprende a ponerse en el lugar de los demás. También es necesario dejar de dar importancia a cosas materiales, insignificantes, cuando una persona busca la felicidad.
La base de la sabiduría en la vida es saber comprender y saber amar
En realidad, uno es feliz, cuando hace felices a los demás. Si nos fijamos en la Naturaleza, tenemos mucho para aprender; cualquier madre con sus hijos tiene infinita paciencia.
La base de la sabiduría en la vida es saber comprender y saber amar.
Sólo entonces, siendo nosotros unas personas integradas con los valores del corazón, con los valores divinos, sabremos amar, y siendo filósofos en la vida, sabremos comprender.
Así, poco a poco, tendremos capacidad para enseñar a través de nuestro ejemplo, de nuestro comportamiento correcto, y así mismo, tras haber aprendido a comprender y a amar, nunca olvidar que siempre debemos Saber Aprender. Si abrimos nuestra conciencia para avanzar en sabiduría, al fin y al cabo, seremos más felices.
La felicidad de los demás, con una conciencia y un corazón tranquilos, nos trae felicidad en nuestra vida.
Con estos cuatro principios de la sabiduría: Saber Aprender, Saber Enseñar, Saber Comprender y Saber Amar, llevados en este orden, empezaremos a ver la vida con otros ojos.
Cuando se comprende algo con amor, llega desde nuestro corazón una comprensión superior, un conocimiento de nosotros y del mundo que nos rodea. Estando en paz y aceptar la realidad, nos permitirá avanzar y romper esquemas o traumas antiguos, produciéndose una liberación que no parte del mundo que nos rodea, sino que se inicia desde el corazón.
Con el Amor, poniéndose en el lugar de los demás ante cualquier actuación, insulto, reacción negativa, etc, nace la comprensión. Con la Filosofía, la aceptación, tenemos la oportunidad de aprender con cada evento. Esto produce , el crecimiento del amor en la pareja, la unión de la familia, la integración de las personas que conviven, etc.
Tan sólo con la práctica diaria de estos cuatro principios del gnosticismo, podemos convertirnos en filósofos de nuestra vida.
Para comprender hay que saber enseñar y saber aprender.
No se puede enseñar lo que no hemos aprendido, por eso las palabras no llegan a oídos de personas que ven que no aplicamos lo que no vivimos.
Antes de enseñar, debemos practicar aquello que decimos. ¿Quieres que te digan la verdad? No mientas. ¿Quieres que sean correctos contigo? Sé correcto con todos, etc. etc.
Por eso, nunca debemos dejar de aprender, para así también saber enseñar. Si uno se propone aplicar estos cuatro principios de la sabiduría gnóstica, los hijos, la pareja, y los eventos de la vida cambian.
La clave de saber comprender, es que cada persona o evento tienen siempre algo bueno, pudiendo ser aceptados y comprendidos.
Más tarde, fuera de todo resentimiento o rencor, uno puede dialogar, desde la conciencia o el corazón, sin reclamaciones, sin gritos ni peleas; sólo con palabras que nazcan del amor. Esta es la clave para dejar de cometer errores. Necesitamos pues reflexión y comprensión.
Este tema y muchos más, se pueden ampliar en los cursos de auto-conocimiento que la Gnosis imparte.